Ensayo II «Icebergs»

Optosinapsis

Museo virtual interactivo, exposiciones de inferencias y referencias.
Mapa cognitivo – óptico de sinapsis: Conceptualización y Visualización de los orígenes y los procesos de abstracción (naturaleza – objetos mentales) correlaciones y conversiones propositivas y perceptualización de analogías morfo-topológicas.

Icebergs

Un iceberg es un pedazo grande de hielo dulce flotante desprendido de un glaciar formado por nieve o de una plataforma de hielo. Estas masas heladas flotantes en el Océano Antártico tienen dos orígenes: el primero la alimentación de los glaciares semipermanentes, algunos de los cuales son enormes como la barrera de hielo de Ross; y el segundo, el hielo marino que se funde después de cada invierno, y que puede alcanzar latitudes de 56º Sur en el Atlántico y 64º Sur en el Pacífico. Los vientos y corrientes empujan las placas flotantes manteniéndolas constantemente en movimiento.

Estas masas heladas flotantes en el Océano Antártico tienen dos orígenes: el primero la alimentación de los glaciares semipermanentes, algunos de los cuales son enormes como la barrera de hielo de Ross; y el segundo, el hielo marino que se funde después de cada invierno, y que puede alcanzar latitudes de 56º Sur en el Atlántico y 64º Sur en el Pacífico. Los vientos y corrientes empujan las placas flotantes manteniéndolas constantemente en movimiento.

Los icebergs adoptan todo tipo de formas y tamaños que pueden ser tabulares, redondeados o irregulares. Su forma suele ser un indicador del origen y antigüedad. Los icebergs tabulares emanan de las barreras de hielo naturales, mientras que los témpanos de forma irregular tienen su origen en las lenguas de glaciares flotantes.

Las asombrosas formas irregulares y redondeadas que adquieren los témpanos, es el resultado de fundirse bajo la línea de flotación; cuando la parte superior empieza a ser más pesada que la inferior termina por volcar, dejando a flote el extremo torneado por las aguas. Un iceberg tabular de los más grandes puede tener 200 a 300 metros de alto y pesar unos 400 millones de toneladas; el agua que contiene es capaz de dar suministro a una ciudad de tres millones de personas durante todo un año. Uno de los icebergs más grandes que se han podido detectar, se le denominó “B9″, y rompió de la Gran Barrera de hielo de Ross en octubre de 1987. Medía 154 km. de largo por 36 km. de ancho, y se estimó su peso en 1000 millones de toneladas.

Los icebergs flotan bajo la influencia de las corrientes oceánicas, y algunos han llegado navegando hacia el norte tan lejos como los 26º de latitud Sur. Los que consiguen alcanzar esas distancias, rompen primero en pedazos más pequeños llamados Growlers, que terminan fundiéndose en los calurosos mares norteños. De todas formas, muchos de ellos no llegan a traspasar la Convergencia Antártica, y terminan anclados entre los escollos próximos a las costas antárticas, donde pueden permanecer durante años, incluso décadas.

El iceberg ha sido tomado para crear analogias a cerca de su forma ya que a simple vista no se puede percibir el tamaño real de este cuerpo, ya que la mayora parte de el se encuentra sumergida bajo el agua. Por otra parte su formas rebuscadas han servido de inspiracion para la arquitectura moderna y el concepto de masa flotante tambien es aprovechado para explicar diseños que cumplen esta funcion.

El primer ejemplo es Blue Crystal, un nuevo concepto arquitectónico en el mar de Dubái en forma de iceberg, sin lugar a duda este país sabe como matizar de glamur en cada milímetro de los espacios de las creaciones arquitectónicas.

A finales del 2004 este mundo de cristal nace con la idea de crear un espacio donde la luz, el agua y el sonido interactúan con los usuarios. La combinación de las formas orgánicas naturales con la estructura elemental de hielo logran obtener sorprendentes espectáculos visuales y una experiencia única; el Blue Crystal combina el estilo árabe ornamentales con el mundo de cristal, creando un ambiente en la superficie del mar de tranquilidad sin igual. El Blue Crystal, manifiesta la extravagancia de la forma, conectando la arquitectura con los elementos de agua.

El Blue Crystal, explota el máximo lujo en una gran variedad de restaurantes, un submarino y un salón de baile de cinco niveles, el mundo de cristal transporta a los visitantes lejos de vida estresante de la ciudad, a un paisaje de hielo azul que parece ser un emblema de silencio.

La forma de iceberg y la suspensión en el agua es algo fascinante, ya que lo único que lo unirá a tierra firme serán unas boyas para indicar el recorrido de los shuttles que transportarán a los usuarios y que irán iluminándose a su paso.

El otro ejemplo es la utilización del concepto masa flotante que es bien aprovechada en la casa flotante, a cargo del arquitecto Daniel Andersson, parcialmente sumergida que utiliza una serie de flotadores en la base para estabilizar la estructura.

Un atrio central permite el acceso tanto a las recámaras bajo el agua como a la terraza que se encuentra por encima. El espacio habitable de 60 m2 es muy generoso y utiliza un cable un cable de potencia apuntalado. Siendo una cabina de verano, uno de los grandes beneficios del diseño es la capacidad del agua de regular la temperatura del edificio, lo que elimina la necesidad de aire acondicionado. Además, su diseño discreto no perturba la belleza natural del entorno.